domingo, agosto 27, 2006

Vísceras de un fin de semana santo


11:15 PM. Todo es irrelevante.

03:30 AM. ¿Fiesta?

Lentamente me sobrecojo ante su tímida mirada, ante su tímida alma. Siego, hambriento, algo de congoja, con la culpa y las ansias de un pirómano estiro mi mano marchita sobre su pelo de cristal; agua bendita cae... siento que ya nada me consuela pero rió fingidamente.
Me detuvo para corregirme con palabras que alguna vez escribí y créame sonó como una sentencia: creo que nunca la ame solo la viole despacio. Eva, ese fue un golpe bajo pense - claro esos no eran para ti, pero más de alguien pudo sentir aquella sensación o pretender identificarse con ellos – Eso no fue suficiente y ahora me explico, seguí bebiendo lo de siempre (cuba libre) alcohol no faltaba, bellas mujeres tampoco y alguien se dispuso a drogar a la masa con mariguana calcinante, sumado a quizás que diablos cargaba cada uno. De pronto esa chica se acerca, me embriaga un poco más, me invita a beber de su boca, su nombre me gusta en el oído, me gusta más como lo susurra pero soy rápidamente traicionado por mi memoria a corto plazo.

No me gusta bailar así que la arrastro a una pieza, no le concedo tiempo de jugar, sólo adicción, piel, atrición al final ¡ja! Entre el humo de un cigarrillo que ilumina la penumbra en cada bocanada, dejo que pasen los minutos y acaricio sus cabellos, no, no estoy de animo. Descalzo y con sólo pantalones pienso en jugo de naranjas, me dirijo a la cocina en la antesala sólo quedan dos chicas sobre un sillón besándose con las manos debajo de sus polleras, envidio su felicidad, entonces Eva tras la puerta ya lo tiene preparado (natural, azucarado, con hielo, mucho hielo) –cielos- dice- ya me resultas tan predecible- ¡mierda! Pienso – gracias- le digo - tu ceño me dice que tengo razón- entonces aparece su novio cara de perro, él sabe que fui el primero, te hace creer que lo supero, pero los dos sabemos que con un poco de alcohol en la sangre le sale el rencor por los poros, Evangelina la llama él.

Con nauseas entro en el baño dejo la llave corriendo y me reflejo en el mareado espejo, mientras melancólico hablo conmigo mismo, orino... me sacudo las cenizas de los dedos, jalo la cadena y al salir Eva y su chico cara de perro la escucha, pero no la escucha, sólo escucha sus dedos acariciando su rostro con la mirada perdida. O al menos eso imagino.
Regreso a la habitación la que iluminada por su piel y su esoterismo de feria prolifera aroma a incienso, fragancia mujer. La miro, la beso, la angustio ya que me detiene- ¿amor que sucede?- nada- logro musitar, me siento como ante un tribunal - se sincero de una vez- difícil en una fría noche de Julio, difícil para un mentiroso de mi tipo... - dime que cresta té pasa- el cresta lo cambia todo, poso mi cabeza en su hombro y diviso en el suelo la portada de “Qué Pasa” La elite chilena el Opus dei y el código de Da Vinci, con la ilustración de un cáliz plateado, por César Barros- siento que por mi sangre fluye barro- mientras bajo por su ombligo y me divierte lo frágil de la sinapsis, no tanto pues claro me preocupa más mi lengua ya a esta altura obsesionada con su entrepiernas- eres bella- entonces escucho un entrecortado no lo creó... Suficiente, es más de lo que acostumbro a tolerar, me llevo un cigarrillo a la boca lo enciendo, cojo mis cosas que es lo único que puedo coger sin sentir rencor y me largo del puto lugar.

05:48AM La Gata

Era un sentimiento grato, sus sabanas siempre me recibían como a un niño, estaba por llegar a su casa con algo de romadizo, olor a trago, a sexo. No ni siquiera podía pensar en llamar a la puerta, pero claro ese tío me tiene bronca, en aquel minuto salía justamente por el jardín, yo estaba ebrio pero recuerdo como cambio su faz, sé que nunca lo provoco (yo sólo me dejo querer) lo escuche maldecir, creo que se metió con mi madre... me duelen los nudillos y lo que es peor los ojitos de la Gata tienen aquella fatídica expresión- lárgate de una vez – Que más da la noche se arruino bastante temprano, me marcho vituperado y amenazado por una sombra a la que le sangra la nariz. Pero en cambio a mí me sangra toda la piel, toda el alma, me desconsuela recordar aquella imagen, me irrita aún más describirla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno que puedo decir que alguna vez escuche esos poemas al igual que muchos mas como la impostora o sus silencios jajaj bueno = ahora todo eso forma parte de un buen recuerdo puxa solo eso y = tkr... xaus

Anónimo dijo...

Se agradece la sinceridad y todo el apoyo (inspiración de primera mano) jemm... bueno eso el
Beto