miércoles, julio 23, 2008

La suerte del maldito




Seré implacable:
Me he acostado con un innumerable número de mujeres
Todas (o la gran mayoría)
Afirman haberme amado

No saben (o no sabían)
Que yo estoy imposibilitado de poder amar siquiera a una

Me siento molesto…
Pero es la suerte del maldito
Es mi suerte…
Creo que si alguna vez lo logro
Seré despreciado como un perro sarnoso y mojado

Es la suerte del maldito
Esa señal en mi frente la que ellas presienten y que tanto les gusta

La que hace que todas esas chicas se quieran bajar sus bragas o
Humedecer sus coños ante el roce de mi verga
Y delirar, arañando mi espalda al ser penetradas;
Mientras los dedos de sus pies se crispan enroscándose
Como en una estatua de Gian Lorenzo Bernini
(Específicamente el Éxtasis de Santa Teresa)

Sé bien de lo que hablo…

Hoy me siento angustiado
Por ello esta confesión...

Una excusa para hablar de mí

¡Salud cariño!
Por el próximo hijo de puta que te cogera
Tarde o ahora mismo…

…Sabes bien que no será igual…

16 comentarios:

Manuel dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Cordelia dijo...

Era como obvio que terminarías citando a Bernini,si entre los aplausos y admiración que se llevó de ustedes sólo faltó hacerle la fiesta y que se declararan Berninianos, jajajaja

Besos Beto, y espero verlo luego, con sus buenas chelitas.
Ah! cuida a nuestro Manuel... lo dejo en tus manos (aunque sé que en el fondo no me conviene...)