viernes, agosto 29, 2008

Resaca




Me ducho, pero no se quita en lo absoluto de mi piel
Muy típico de las amantes… -pienso- inevitablemente siempre dejan evidencias
Muy frecuente en nenas como ella, no puedo sacarlo por más que el agua fluya
sus pechos siguen marcados en mis manos
su aroma impregnado en los dedos, al sexo, en las venas
(Un aroma exquisito, pero delator e inquisitivo)

En fin, me duele la verga,
Pero me dolerán más sus ojitos cuando me digan -“te amo”-
Y yo ahí con cara de muerto, callado y pensativo

Uff, que difícil es…

No sé resistirme a las tentaciones
Pero, que refrescante es ducharse para expiar las culpas -¿verdad?-
Mientras pienso en los daños a terceros, en la sórdida filosofía del “franco-tirador”,
o en donde dejé los preservativos

Llega el rencuentro – ¿nos acostamos?– (que otra cosa podemos hacer) yo termino dos veces, ella tres o más…
Dormimos. Despertamos -maldita maniática- (medito) el teléfono suena, son las cuatro de la mañana
uff, no eres tú -perdón por lo de esquizoide- por un segundo dudé de ti, casi lo olvido …tenemos un trato…

No, no eres tú, es mi ex… peor aún
Me acosté con ella hace unos días y no puede evitar joderme
Bueno no sólo a mí…
Si no también a ella ¿Por qué todas la odian?

¿Será su cara de angelito? ¿Su inocencia? ¿Sus pequitas?

Malditas perras, ¡déjenla en paz!

Saben que me voy acostar con ellas de todos modos…

No necesitan esto, entonces:

¿Podrían dejarnos dormir tranquilamente?

1 comentario:

Manuel dijo...

Jajajaja.

En alguna chela salió el Asunto (según Kayser) de este texto.

Jajajajajajaja.

Prefiero darte mis comentario en persona.

Saludos.